Creo que culpable fue mi cuñado Juan Francisco, que le regaló a mi madre un buen montón de tablillas de unos 25x50 cm. Este soporte se ha convertido en un vehículo de expresión muy personal. Suele pintar motivos que repite y varía (como las meninas en colores planos), o las torres personalizadas (torres de catedrales o de faros de lugares emblemáticos para las personas que las realiza), o simplemente las utiliza par divertirse pintando lo que le apetece con un estilo inacabado pero preciso.
Cabo de Gata.
Las tres niñas I.
Las tres niñas II.
Las tres niñas III.
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